¿Te imaginas un claustro de convento cuyo techo es literalmente una pared rocosa de la propia montaña? Pues no tienes que imaginar más, está en San Juan de la Peña, Huesca.
En su origen fue un monasterio medieval a las faldas de los Pirineos, a día de hoy es una de las muestras más soberbias de arte románico y alberga un centro de interpretación del reino de Aragón. Es que es desde esta zona montañosa es de desde donde los originarios condados aragoneses fueron tomando impulso y poder hasta rebasar la frontera originaria de sus valles pirenaicos hacía el sur guerreando o negociando según tocara.
En San Juan de la Peña vamos a encontrar mucho que ver, y que entender. La importancia que tuvieron este tipo de lugares en la vida diaria, económica y cultural, el impulso y soporte que dieron a el incipiente poder aragonés. No parece estar claro del todo el momento en que se crea este lugar, es un pequeño misterio que se pierde en los tiempos altomedievales de la península.
Origen del reino de Aragón
A veces la niebla de la Historia es espesa. Lo que está claro es que pertenece a un momento en que existía una necesidad de defensa y seguridad, que junto al carácter de la vida que se desarrolla en un monasterio nos explica la aislada y difícil situación geográfica del lugar. Es que era la época donde la hegemonía del poder en la piel de toro estaba en Al-andalus y los conflictos eran continuos.
Es la enorme formación rocosa que cubre el recinto la que le da el nombre de San Juan de la Peña. Desde luego es algo que llama mucho la atención y que fue usado con buen criterio para la construcción. Como os comentaba antes, no tenemos claro cuando se considera la fundación de este lugar, pero hay datos acerca de una congregación dedicada a San Juan Bautista en el siglo X.
Sería durante el reinado de Sancho el Mayor de Navarra en el siglo XI que este lugar toma fuerza al relacionarse fuertemente con la monarquía aragonesa, de la que llegaría a ser panteón real. Mientras tanto era un lugar de espiritualidad, donde los monjes adscritos a la regla de San Benito tenían controladas las horas del día y las estaciones para llevar a cabo su vida de trabajo y oración. Siempre tenemos que recordar que un monasterio era mucho más que un lugar de oración, era una unidad económica con sus campos y poblaciones adscritas.
Este lugar es importante en varios sentidos, también en la esfera política. Es considerado como la cuna del Reino de Aragón, y además es el primer lugar donde se pone en práctica el rito litúrgico romano en la península Ibérica. Curiosamente este cambio de rito se introduce en el momento en que la leyenda hispánica cuenta que en este monasterio se encontraba el Santo Grial. Magia, leyenda e Historia se funden en lugares tan sugerentes como este.
Visitar San Juan de la Peña
Sin embargo, sus días de gloria empezarían a quedar atrás con el tiempo debido a la expansión del reino hacia el sur, cambiando con este desarrollo los equilibrios de poder. Tras una serie de pleitos y complicaciones. Además, el efecto devastador del fuego se dejó sentir especialmente en dos ocasiones, en 1494 y 1675. Tras este último incendio se construye el monasterio nuevo, en la llanura más fácilmente accesible.
Es considerado patrimonio nacional ya desde el siglo XIX, otra muestra más de las joyas que tenemos muy cerca nuestra. Lugares que merecen una visita y que nos van a dejar un recuerdo agradable mientras que conocemos aún más el mundo que nos rodea.
No te va a dejar indiferente la posición de este monasterio, como escondido entre el bosque y la montaña.