Estamos ante uno de los espacios naturales y paisajísticos de mayor belleza de nuestro país. Acompáñenos a conocer un poco más acerca del Cabo de Gata, sus playas, atractivos y mil otras razones para conocer Almería.
Ven a visitar el Cabo de Gata
Situado en la parte occidental de la provincia de Almería (Andalucía) nos vamos a encontrar con el Cabo de Gata. Zona que por su interés natural se encuentra protegida. En estas tierras vamos a encontrar un contraste muy vivo entre la aridez del desierto interior con la vida que albergan estas aguas.
Toda la zona se encuentra salpicada de poblaciones de tradición pesquera, donde el aire trae el aroma a sal y podemos comer pescado fresco del mismo día. Para los amantes del producto natural Almería es un paraíso.
Qué hacer en Cabo de Gata
Tenemos multitud de opciones de alojamiento en la zona, desde hoteles, villas, camping hasta con las debidas normas podemos pernoctar en nuestras caravanas o autocaravanas.
Esto nos va permitir hacer uso de la variedad de opciones que tenemos de ocio. Una de las imprescindibles por supuesto es el buceo en estas aguas, ya sea con un simple snorkel como a través de algunas de las empresas de turismo activo. Con las cuales podemos tener acceso al equipamiento para poder ver el atractivo mundo submarino del cabo de Gata.
Tomar el sol y disfrutar de una sesión relajante de baño en sus cálidas aguas, acompañado con una reserva para tomar pescado fresco. Relajarse en sus paisajes, broncearse y tomar energía para disfrutar de la vibrante vida nocturna.
Qué ver en Cabo de Gata
El arrecife de las sirenas
Este es el nombre que se le da a una zona, cuyo origen es volcánico. Evocando a esas criaturas marinas que a través de su bello canto atraían a los marineros y sus barcos hacía las rocas, para hacerlos naufragar. Las caprichosas formas de las rocas, y su contacto con las olas son un espectáculo de la naturaleza.
El arrecife de las sirenas en el Cabo de Gata es un lugar único e impresionante. Este arrecife es una formación rocosa ubicada en la costa sur de Almería, que ofrece un paisaje espectacular con sus acantilados, playas y aguas cristalinas. Este lugar es un gusto para los amantes de la naturaleza, ya que aquí es posible disfrutar de una gran variedad de fauna marina, como tortugas marinas, peces multicolores y cientos de especies de aves.
Además, el arrecife de las sirenas es también un lugar ideal para el buceo y el senderismo, y es una excelente opción para aquellos que buscan una escapada relajante y rejuvenecedora. En definitiva, el arrecife de las sirenas en el Cabo de Gata es un lugar que definitivamente merece ser visitado y explorado.
La belleza y el encanto de Cádiz se ha cantado en numerosas ocasiones y es motivo del orgullo justificado del gaditano. Conocida como la tacita de plata, es una de esas perlas que deja el mar en la tierra. Cádiz no se entiende sin el mar, y a través de su vaivén es que la vamos a conocer.
La Cádiz marinera y fenicia
A menudo se escucha referirse a Cádiz como la ciudad trimilenaria. En efecto sería una de las ciudades que han sido ocupadas ininterrumpidamente más antiguas. La fundación de Cádiz se establece como una obra de los fenicios, un pueblo de navegantes del mediterráneo oriental. Tradicionalmente se ha situado esta fundación unos ochenta años después de la guerra de Troya por parte de hombres de la ciudad de Tiro.
La situación del terreno donde se situaba Cádiz la hacía perfecta para los intereses de estos marinos. Ya que su intención era regar el litoral del mar conocido con establecimientos propios para comerciar con las sociedades autóctonas. Por lo tanto necesitaban sitios conectados con el mar, cerca de pueblos interesados en comerciar y que pudieran ser fácilmente defendibles.
Por estos tiempos lo que luego se llamaría Cádiz era un pequeño archipiélago. Los fenicios convinieron en llamar a este lugar Gadir, y tendría una gran importancia en el comercio de metales provenientes de los cercanos yacimientos. La relación con Melkart (Hércules) viene de aquí, ya que en la ciudad se podía encontrar un santuario dedicado a el.
Desde entonces Cádiz sería considerada uno de los principales centros de la península Ibérica durante la época romana. Sufriría una gran decadencia a raíz de la conquista goda y musulmana posterior, en parte debido a la desarticulación del comercio de larga distancia posterior a la caída del imperio romano.
La Cádiz Americana
Ya desde la conquista castellana de Cádiz por parte de Alfonso X la ciudad había visto como sus relaciones comerciales iban en aumento. Al empezar el siglo XV se vio como un punto perfecto de parada para las naves mercantes de las repúblicas italianas.
La relación de la ciudad con América empieza bien pronto, pues el tercer y cuarto viaje de Cristobal Colón salieron desde acá.
Situada como está, cerca de la desembocadura del Guadalquivir y entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico, la convertía en un lugar perfecto para ir tomando una buena posición dentro de las relaciones comerciales con América. Conforme Sevilla iba teniendo su propia decadencia el testigo lo tomaba Cádiz. Nombrada cabecera de comercio en 1680, recibiría la casa de la contratación en 1717. Llega el siglo de oro de la ciudad.
El impulso que esto supuso al comercio en la ciudad no tardó en dejarse notar, por entones los contactos comerciales con las colonias americanas estaba muy controlados debido a que generaba mucho dinero para el estado. Tener una posición de privilegio en el tráfico comercial significaba una gran ventaja, ya que todo iba a pasar por su puerto. Como ya sucedió con Sevilla, la actividad trajo prosperidad. Esto provocó un crecimiento espectacular de la población de la ciudad. Al compás de las riquezas derivadas del comercio se creo una burguesía comercial local. La pujanza de Cádiz era evidente.
Cabe destacar los daños que sufrió a raíz del terremoto de Lisboa de 1755. Se levantaron olas de 15 metros que asolaron la ciudad. Este desastre es recordado en muchos puntos de la península debido al rastro de destrucción que dejó tras de sí.
Trafalgar y las Cortes de Cádiz
Muy cerca de Cádiz fue el lugar donde se desarrolló la gran batalla naval de Trafalgar de 1805. En ella las fuerzas aliadas franco-españolas sufrieron una derrota decisiva a manos de la flota británica. Esto supuso un gran golpe a las aspiraciones de España, que veía que su control de los mares y las rutas oceánicas se desvanecía.
Los vaivenes políticos propios de esa época hizo que las alianzas fueran cambiantes.De combatir a la Francia revolucionaria, a una paz y alianza, a volver a combatir a Napoleón. A partir de 1808 la península es ocupada casi en su totalidad, excepto la ciudad de Cádiz. Su posición geográfica la protegía desde los ataques de tierra, de forma que sufrió un cerco francés para rendirla paso a paso.
Es en este contexto de asfixia militar de la ciudad, sometida a bloqueo y bombardeos que se constituyen unas cortes con ánimo de dotar a España de una constitución. Se llama a diputados de todos los rincones de la corona, incluidos Filipinas y América. El día 19 de marzo se termina proclamando una constitución de marcado corte liberal. El mismo día a cada lado del frente se celebraba muy distinto, era el día de San José, el santo del rey José I Bonaparte y en Cádiz se lanzaban loas a la nueva carta conocida como La Pepa por este día.
Lo marinero en Cádiz
Hemos podido ver que no se entiende Cádiz sin el mar. Es una población que ha vivido volcada hacía el, y en su relación con el océano ha visto marcada su suerte. Desde el emporio fenicio hasta la actualidad. Las referencias marinas son omnipresentes en la ciudad, desde los nombres que nos ayudan a orientarnos por Cádiz hasta la piedra ostionera que fue material de construcción tradicional. Esta es muy tradicional en las poblaciones de la bahía de Cádiz, una piedra sedimentaria muy porosa llena de conchas cuyo nombre deriva del ostión ( una variedad más basta de la ostra).
Evidentemente el marco natural marca el horizonte gastronómico. En este caso nos podemos esperar el reflejo del mar en el plato. Entre las recetas más reconocidas de la ciudad están las tortillitas de camarones, pequeño crustáceos de caparazón blando que se mezclan en una masa con harina de garbanzos , perejil y ajo. Esta masa se fríe en abundante aceite y debe quedar fina y crujiente.
Entre los platos de toda la vida están las papas con choco, la mojama, el cazón en adobo, la caballa. No nos olvidamos tampoco de los guisos marineros de corvina o rape y el marisco. Por supuesto siempre cerca de la conveniente presencia de un buen vino de Jerez.
Mención a la que no puede escapar ni la propia catedral de la ciudad. La catedral de Cádiz se llama Santa Cruz sobre el Mar, conocida popularmente como la catedral nueva. La construcción de este templo comenzó a principios del siglo XVIII coincidiendo con la bonanza del comercio que pasaba por la ciudad.
Torres mirador
uno de los elementos que era importante, y sigue siéndolo, es tener siempre un ojo puesto en el agua. El mar es cambiante, y unas aguas mansas se pueden poner bravas muy rápidamente. Es importante controlar el movimiento de los barcos y afianzar la vigilancia sobre unas aguas muy concurridas.
Para eso estaban las conocidas torres miradores, que nos hablan de esa época de prosperidad en el siglo XVIII. La más conocida es la torre Tavira, con una cota de 45 metros. Eso hizo que fuera la elegida para controlar el puerto en 1778 al dar las mejores condiciones para dar este servicio. A día de hoy es visitable y dentro podremos ver unas vistas panorámicas espectaculares de la bahía de Cádiz, también cuenta con una cámara oscura y salas de exposiciones.
Si has tenido la suerte de visitar Cádiz habrás podido respirar esa influencia del mar en cada punto de la ciudad, accediendo a ella en tren o coche a través de San Fernando. La brisa que nos llega desde todos los lugares, las vistas desde los castillos de la ciudad, a la hora de comer y en el propio clima.
Cádiz es una ciudad con un encanto muy particular, un ritmo propio y que merece la pena profundizar. No en vano los gaditanos están muy orgullosos de la ciudad y su universo particular. Una pequeña isla, conectada con el mundo y que ha protagonizado grandes momentos. No esperes más para verlo con tus propios ojos.
Monumentos que ver en Cádiz capital
La catedral de Cádiz
Una maravilla que no podemos dejar de ver, literalmente. La silueta de la Catedral de Cádiz se recorta contra el cielo, domina su plaza y es visible a gran distancia cuando venimos por el agradable paseo marítimo. Su nombre completo es catedral de Santa Cruz sobre el Mar.
Es conocida como la catedral nueva, ya que la anterior mandada a hacer por Alfonso X y remodelada con el tiempo fue gravemente dañada. Estos daños vinieron de la mano que les infligió la armada inglesa que atacó y saqueó Cádiz.
A principios del Siglo XVIII – más concretamente 1717- se traslada la casa de la contratación a Cádiz. Debido a ello ahora controlaba el comercio americano y proporcionó los recursos económicos para construir la catedral que vemos a día de hoy.
Oratorio de San Felipe Neri
Este lugar fue un edificio religioso para la Orden Filipense que se construye entre fines del 1600 y principios del 1700. Aunque su fama tiene de ser el lugar donde se reunieron las Cortes durante el asedio napoleónico a Cádiz.
Esas Cortes fueron las que acabarían redactando y promulgando la constitución de 1812. La primera que se creo en España para sí misma y de corte liberal. Se puede visitar , como siempre recomendamos visitar la página oficial para consultar horarios.
Gran Teatro Falla
La ruina del anterior teatro de Cádiz en un pavoroso incendio nos trajo esta nueva versión. En estilo neomudéjar y construido a fines del XIX el gran Teatro Falla no necesita de introducción entre los amantes del Carnaval de Cádiz.
Este lugar es el escenario de Concurso Oficial de Agrupaciones de Carnaval, y todos los años es el centro de las miradas de los aficionados a una de las fiestas más famosas de España.
Pero no todo es carnaval, por supuesto es una referencia en las artes. Alberga también el Festival Iberoaméricano de Teatro y el concurso Alcance de Cine. Se puede visitar bajo petición previa por teléfono o e-mail en su página.
Horario de visita: a petición previa por correo electrónico o por teléfono.
Monumento a las Cortes de Cádiz
Es un lugar sorprendente, una gran plaza en cuyo centro se encuentra este monumento semicircular. Es un homenaje a esa primera constitución española, en la cual ya se recogían los derechos de las personas. Está pensada para el centenario de la misma, por ello pertenece al reinado de Alfonso XIII.
Tiene representaciones de Hércules (fundador mítico de Cádiz y Sevilla ) y alegorías de España y su pueblo. Es un lugar maravilloso para pasear y disfrutar del aire libre. No te irás de Cádiz capital sin ver este monumento.
Granada es una ciudad con una esencia propia, los recuerdos del reino Nazarí que se sostuvo más de doscientos años encaramado a los escarpados montes de alrededor. La ciudad que tiene como a su mayor huésped a la Alhambra, que mantiene su esencia de recogimiento y su punto bohemio. El lugar que aún recuerda a Federico García Lorca en su paseo con la vista puesta en la montaña.
El reino de Granada
Nos ponemos un poco en contexto, estamos a principios del siglo XIII y el poder musulmán se va desintegrando tras siglos de conflictos internos e invasiones norteafricanas. Es la batalla de las Navas de Tolosa en 1212 la que supone la perdición del imperio Almohade. El balance del poder ha cambiado drásticamente y ya son los reinos cristianos los que marcan el ritmo. En concreto el reino de Castilla a lo largo de muy poco tiempo extiende sus fronteras hacía el sur. Anteriormente se había contentado con el pago de tributos por parte de los reyes taifas, pero ahora está decidida a tomar todo ese territorio directamente bajo su control.
Una tras otra las principales ciudades de las taifas van quedando bajo el poder de Castilla, en especial tras la unificación de los reinos de Castilla y León en la persona de Fernando III que sería el conquistador de buena parte de la actual Andalucía.
En Granada las cosas toman otro rumbo, AlHamar «el rojo» logra organizar un territorio en Granada y Málaga y se hace vasallo de Fernando III. Con esto logra un precario equilibrio y salvar el último enclave de poder musulmán de la peninsula. Sin embargo el reino Nazarí retuvo cierto margen de movimiento, mientras que apoyó al rey castellano en sus campañas contra otras taifas, luego apoyo las revueltas mudejares.
Sin embargo este pequeño reino pudo sobrevivir generaciones, era un intermediario comercial perfecto entre África y europa que a Castilla le convenía. Granada era el final de la ruta del oro sudanés. Todo lo que Granada no pudo alcanzar de poder militar y político lo logró en lo cultural. Sin ir más lejos, sus artesanos y arquitectos eran renombrados. Podemos ver su influencia más allá de las fronteras de su reino, como en el Alcázar de Sevilla.
Así desde las costas de Cádiz a Almería y por el interior se creo un gran espacio de frontera llamado la banda morisca. Este espacio se mantuvo con avances y retrocesos durante más de dos siglos mientras el reino de Granada se mantenía protegido en la cordillera penibética y recibió mucha población musulmana expulsada del resto de los territorios peninsulares.
La Alhambra
Cuando Granada se escoge para representar el papel de la capital del reino Nazarí, el primer lugar palaciego no fue el espacio que hoy conocemos como la Alhambra. De forma provisional estuvo en Dar al-Horra hasta que se pensó en usar la colina de Sabikas.
Lógicamente un edificio de estas características no se levanta de un día para el otro. En este lugar se van edificando, generación tras generación los palacios de ls reyes Nazaríes, a los que se agregaban las partes necesarias para las distintas funciones de gobierno, para acoger a los miembros de la corte y el servicio, así como los alojamientos militares y los servicios de suministro.
Entre los lugares más bellos se encuentran el palacio de comares y el patio de los leones. No es el lugar en el cual nos queremos meter más en profundidad acerca de la legendaria bellaza de la Alhambra, pero si poner de relieve la influencia que este gran palacio ha tenido en la imagen de la ciudad a partir de entonces. Granada y la Alhambra son dos conceptos muy unidos.
La admiración de este recinto de toque exotico y orientalista abre las puertas de la imaginación. De pensar un pasado muy cercano donde en estas salas se recitaba exquisita poesía, en una tierra donde se le ha rezado a todos los nombres de Dios.
La conquista
No todo dura para siempre. A finales del Siglo XV los estados cristianos del norte ya eran mucho más poderosos desde hace mucho tiempo. Los reyes de Castilla y Aragón habían ligado los destinos de sus reinos al casarse y tenían puesta la mira en el asentamiento y acrecentamiento de su poder.
Ante este panorama no ayudó mucho la perdida de sus aliados en África del norte, ni las constantes intrigas de palacio. Deponer a un sultán para poner otro que sería sustituido tan rápidamente como el anterior se convirtió casi en costumbre. Llegado el momento en que se podía decir que aquellos fuera de la Alhambra estaban más seguros que los que moraban en su interior. Intrigas, complots, conspiraciones eran la moneda común. Llegado el momento, un pretendiente al trono no tenía dudas de llamar en su auxilio a fuerzas cristinas si hacía falta.
Además, ya en Castilla se pensó que era hora de terminar con la anomalía de ese reino musulmán en la península. Eso permitiría asegurar las fronteras, trabajar nuevos campos e impulsar una mayor uniformidad política y religiosa. El destino de Granada estaba sellado ante fuerzas muy superiores.
En 1482 empieza la guerra de Granada, que duraría 10 años. Una guerra mezcla de medieval con los cambios que se iban produciendo, la muestra de un mundo que cambiaba. A principios del año 1492 se producía la conquista definitiva del último reducto del Islam en la península. Un mundo cambiaba, el mismo año que Colón llegaba al nuevo mundo.
Federico García Lorca
Uno de los poetas y autores de teatro más reconocidos la lengua castellana vino a nacer muy cerca de acá, en Valdevaqueros. Era el año 1898, y de nuevo el país pasaba por un momento complicado al estar a punto de estalla la guerra con América que llevaría a perder las últimas posesiones coloniales de ultramar. Hijo de hacendado y maestra, tuvo la oportunidad de desarrollar sus inquietudes.
Ya de niño se traslada junto a su familia a Granada y aquí sería donde empiece a dar sus primeros pasos intelectuales. Se matricula en filosofía y letras en la universidad de Granada y ya frecuentará los ambientes de creación, como la tertulia «el Rinconcillo» en el Café Alameda.
Los caminos de su vida lo llevarían a la residencia de estudiantes donde tomó contacto con Buñuel y Dalí. A ese viaje a Nueva York que plasmó en su Poeta en Nueva York. Recorriendo el paisaje de España con su compañía de teatro La barraca. En definitiva convertido un autor de referencia a muy corta edad, un hombre de talento e innovador. Una de las mayores referencias de la generación del 27 en poesía.
Lorca tenía muy presente Granada, y esto se ve en su obra. La huella de la imaginación de este autor se ve en muchos de los lugares Lorquianos de la provincia. A día de hoy se puede recordar Federico de muchas maneras, una de ellas es compartir paseo con su estatua en la avenida de la constitución. También lo podemos sentir en lo que fue el Café Alameda (hoy restaurante Chikito), en el Generalife, en Huerta de San Vicente, y el barranco de Víznar donde se erige el monolito en su memoria cerca de donde pudo ser tristemente asesinado este hombre y genio de las letras.
El ambiente de la ciudad
A día de hoy Granada es un destino muy solicitado. La propia ciudad mantiene ese encanto, un sabor especial. Merece la perderse por las calles, ver el corral del carbón, pasear por la rivera del Darro en dirección al paseo de los tristes. Comprender el motivo que ha hecho a tantas figuras de alrededor del mundo posar sus ojos en esta ciudad, desde Washinton Irving a Leonard Cohen y Joe Strummer.
Conserva cierto aire oriental, al pasar por sus teterías, ver los comercios de marroquinería y artesanías o ver como se conserva el arte de la taracea.
Es además una ciudad muy animada, debido a la atracción que ejerce su universidad. Estudiantes de todos los lugares. No es un lugar del que uno se vaya a cansar rápido. Sin olvidar las famosas tapas de Granada. Para los amantes del flamenco es un lugar obligatorio, siendo la comunidad gitana del Sacromonte una de las canteras de artistas con más tradición y calidad.
Cada piedra que pisemos tiene una historia que contarnos en este lugar.
La Alhambra de Granada fue el palacio de los reyes Nazaríes, tiene un encanto que va más allá de su soberbia arquitectura, la cuidada decoración y el gusto orientalista que transmite el lugar.
Es responsable de buena parte del ambiente de embrujo que transmite Granada, con la montaña a la vista fue deleite e inspiración para propios y ajenos. Ya los primeros viajeros románticos vieron en ella un lugar destacado.
La Alhambra, palacio Nazarí.
Cuando pensamos en la Alhambra se nos viene a la cabeza su perfil en las alturas de Granada, con la sierra recortada al fondo. Lo cierto es que es un complejo espectacular.Desde aquí se dirigió el destino de todo un reino durante siglos. Es un conjunto monumetal que comprende la fortaleza , los jardines, el palacio, iglesia y convento. Con esa antiguedad y multiplicidad de funciones nos hacemos la idea de lo completo que es el recinto.
Desde 1984 está declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El origen del nombre viene de «al-Ḥamrāʼ«, la roja. Un lugar que está construido en la colina de la Sabika no por casualidad. Esta localización afirma su carácter de fortaleza rodeada de bosque y el río Darro, de lugar desde donde emana el poder del estado y a la vez donde los antiguos granadinos miraban hacia arriba, dejando claro el símbolo de estatus.
Durante el tiempo en que Granada fue un reino independiente este era el lugar clave. Aunque según el momento se pagaran tributos y vasallaje a Castilla, había sus momentos de guerra. A la vez que resulta sorprendente como un reino pequeño , decadente e inestable dió esos resultados en el arte. Originalmente era un lugar militar, luego se añadieron los palacios Nazaríes. En esta parte de la medina estaban instalados los personajes prominentes y aquellos que el emir necesitaba cerca ya fueran nobles o plebeyos.
Dentro de esta zona también se construye el llamado palacio de Carlos V, una vez producida la conquista por parte de los Reyes Católicos en 1492. En estos momentos se adaptaron las antiguas dependencias a las necesidades de la corona castellana. Se le añaden cuarteles, residencias para personalidades e incluso un monasterio franciscano.
Hay mucho que ver, que recorrer y un millar de rincones que visitar en la Alhambra. Por eso es que una visita puede durar lo que queramos. Imagina el palacio de Carlos V, la alcazaba, los palacios Nazarís con su patio de los leones o el generalife, la villa de los reyes nazaríes. Un lugar que no olvidarás.
Sevilla es una gran ciudad, de las mayores de España. Situada en el valle del río Guadalquivir ha estado poblada de forma ininterrumpida desde hace milenios. Eso hace que sea en su esencia como el resto del sur que la rodea, lugar de desarrollo de muchos acontecimientos históricos. Por eso sus monumentos son tan especiales. Vamos a ver algunas razones por las cuales millones de personas de todo el mundo han venido a visitar Sevilla.
Entre los más notorios y que han dejado una huella más honda en la ciudad está su relación con los eventos posteriores al descubrimiento del nuevo mundo. Dada la posición privilegiada de la ciudad, con un porte lo suficientemente grande como para gestionar el comercio americano y de caracter interior pero con río navegable hizo que fuera la elegida como puerto de indias.
Puerto de indias
Durante buena parte del tiempo en que la monarquía Hispánica dominó los territorios ultramarinos el intercambio de bienes estuvo firmemente controlado con el objeto de saber que y como llegaba a a cada lugar. Ya que estos cargamentos estaban sujetos a impuestos de los cuales se servía el rey para sufragar una buena parte de sus gastos.
Esto hizo de Sevilla una ciudad rica, muy rica. Ya que toda esa trata comercial tenía que tener su validación desde allí, a la vez que los mercaderes de todos los lugares de Europa procuraban instalar su representación en la ciudad hispalense para tratar de obtener su parte del comercio americano.
Esta riqueza tuvo muchas consecuencias, una de ella era el animado ambiente de la ciudad que se llegaba a considerar pecaminoso y decadente. Donde los corrales de comedia eran un entrenimiento popular y se representaban obras de Lope de Vega o Cervantes. La pobreza era enorme y eso hacía que la picaresca fuera una cosa común, como atestigua Cervantes al hablar de la cofradía de ladrones en Rinconete y Cortadillo.
Ciudad con Arte
Otras consecuencias de este nivel de esta afluencia económica la encontramos en el legado artístico. Durante este tiempo los artistas encontraban buenos mecenas que les apoyaran en su labor de creación artística. Entre los nombres de artistas que o bien eran de Sevilla o bien trabajaron aquí encontramos a Velázquez, Zurbarán, Murillo, Martínez Montañés.
Su obra se podía ver a lo largo de las iglesias, conventos y palacios de la ciudad. Donde aplicaban sus mejores conocimientos. Debido a los vaivenes de la historia muchas ya no están en la ciudad y nutren colecciones públicas o privadas de todo el mundo. Otras desgraciadamente han sido destruidas.
A día de hoy podemos ver lugares que recuerdan esa etapa de Sevilla, nos servirán para entenderla mejor y nos dejarán una imagen inolvidable.
Pintores sevillanos
Donde se une un ambiente propicio a que los artistas se asienten, tiene asegurado una etapa de esplendor. Esto ocurre en Sevilla, desde el principio de esta época los nobles ya estaban interesados en adquirir arte. Esto los diferenciaba, y además estas piezas les permitía mostrar que estaban al tanto de las novedades también en esta ámbito.
Procuraban embellecer al máximo sus palacios y posesiones, ya fuera trayendo objetos clásicos (muchos de estos palacios cuentan con piezas traídas de yacimientos romanos). Para eso necesitaban el concurso de artistas hábiles. Y cuanto más reconocidos fueran estos mejor. En el ámbito de hacerse conocer como el artista más solicitado fue un maestro Murillo.
Además, se entendía que era un acto de fe y piedad el suministrar fondos para la construcción, mejora y decoración de iglesias y conventos. Por lo tanto Sevilla era un lugar muy atractivo para artesanos de todo tipo.Arquitectos, pintores, escultores, orfebres medraban al ritmo del crecimiento de la ciudad comercial.
Entre los más conocidos de estos artistas que provenían o trabajaron aquí tenemos a Diego Velázquez, Bartolomé Esteban Murillo, Martínez Montañés , Francisco Pachecho, o Juan de Arfe.
Reales Alcázares
Sevilla tiene muchas joyas. Esta es de las mas valiosas. Un conjunto palacial asentado en el núcleo de poder de la ciudad desde tiempo inmemoriales. Es el lugar donde se encontraba la alcazaba musulmana, protegida por murallas. De esta etapa se encuentran pocos vestigios, de lo que pudiera ser el palacio original de Almutamid. Almutamid, el rey poeta de Sevilla que deslumbraba con el lujo de su corte y el impulso que dio a la cultura en la ciudad. La mayoría de este palacio original fue derruido tras la conquista cristiana.
Tanto Fernando III y Alfonso X eligieron este lugar como residencia, y lo fueron adaptando a sus necesidades. Tiempo después sería Pedro I «el cruel» el que crearía una parte del palacio que a día de hoy es de la más admiradas por sus visitantes. Sufriría luego reformas en el siglo XVI cuando Carlos V se casa en Sevilla y durante tiempos de Felipe II.
Además de las lujosas dependencias del palacio, con decoraciones de inspiración musulmana, encontramos unos jardines que están a la altura del recinto. Con una galería de grutescos de época borbónica y donde encontraremos pavos reales.
Hasta tal punto es bello y evocador que es uno de los lugares que la productora de Juego de Tronos eligió en Sevilla para ambientar su mundo de fantasía e intrigas.
Qué ver en Sevilla
Los Reales Alcázares
Es uno de los palacios más antiguos del mundo ¡y que sigue siéndolo! es que este lugar ha sido lugar de reyes desde los tiempos en que Sevilla era una ciudad musulmana, lo fue con los reyes medievales y hasta ahora. No te lo puedes perder en tu visita a Sevilla.
Por lo tanto es uno de los edificios más espectaculares y lujosos de España. Una maravilla de arte y jardines.
Ese sabor sabor oriental se debe en parte a que tuvo parte de su inspiración en la Alhambra de Granada. Eso ha hecho que sea también un lugar de cine con ese aire, ya que se usa para la película El reino de los cielos o para representar Juegos de Tronos.
La Catedral y la Giralda de Sevilla
Aunque puede que no sea lo tuyo el visitar iglesias o catedrales, te rogamos encarecidamente que visites esta. Es sencillamente otra cosa. Dedícale un buen rato a perderte. Es una verdadera montaña de piedra labrada.
Este lugar alberga la tumba de Cristóbal Colón, del rey que conquistó Sevilla y es depositaria de un autentico tesoro artístico. Con obras de Murillo y Goya entre otros.
El retablo del altar mayor es tan impresionante que resulta sencillamente apabullante, y e incluso la magnitud del edificio es algo que nos hace parecer pequeños. Simplemente haz la prueba de mirar hacia el techo y tendrás la impresión de estar dentro de una autentica montaña de piedra.
Además desde dentro es de donde podemos acceder a la Giralda, uno de los símbolos más conocidos de Sevilla. El antiguo alminar de la mezquita musulmana y actualmente el campanario de la catedral. La Giralda ha tenido muchas apariencias a lo largo de los siglos al irse adaptando a los cambios de la ciudad.
Aunque se pueda hacer un poco dura la subida realmente merece la pena.
El barrio de Santa Cruz
Es un referente absoluto de Sevilla, escenario de leyendas y evocador de romances. No en vano en algunas de sus calles encontramos referencias a obras de literatura que las mencionan, como Don Juan Tenorio, Carmen o en la música la canción de Dos Cruces que canta Diego el Cigala.
Fue el lugar de la ciudad en donde vivía la comunidad Judía, y ese recuerdo está muy presente. La actual imagen es algo más moderna, pero representa perfectamente la que podemos tener en la cabeza de un barrio andaluz idealizado.
Perderse por sus calles no solo es una delicia y algo casi obligado, si no que además es muy fácil por lo enrevesado de su trama. Santa Cruz está llena de callejones que giran constantemente, pero todos llevan a rincones que merece la pena ver.
Como recomendación, no te pierdas la Iglesia de Santa María la Blanca. No te hago spoiler, pero es pura Sevilla.
La plaza de España
Sevilla fue lugar de exploracion y la puerta al nuevo mundo, pero volvio a ser un lugar muy importante de encuentro entre América y Europa con la ocasion de un gran evento: la exposición iberoamericana de 1929.
Fue algo extraordinario y toda la ciudad se engalanó para ello, se contaba con que fuera el evento del año. Fruto de eso se hizo este enorme y precioso edificio. Era como la presentación del país a todos los que vinieran, como una España en miniatura.
Está pegadita al centro y al parque de María Luisa, de forma que si tienes suerte puedes tener un día precioso de paseo – tampoco hace falta demasiada, en Sevilla suele hacer sol-.
La catedral de Sevilla
La catedral gótica del mundo más grande por superficie. No está nada mal para presentar este lugar.
Comenzada a construir a principios del siglo XV sobre el lugar que ocupó la antigua mezquita aljama de Sevilla. Los ingresos del cabildo de lo que era la primera ciudad de Castilla permitían una gran libertad a la hora de configurar el proyecto. Se imaginaba una gran catedral.
Eso hicieron, y vaya si lo consiguieron, las obras duraron generaciones. El legado es una auténtica montaña hueca, sobre cuyo perfil reina la torre de la Giralda. Esta era el antiguo alminar de la mezquita, desde donde se llamaba a la oración. Función que retuvo al convertirse en el campanario de la catedral
Dentro podemos encontrar los restos de Cristobal Colón, en un mausoleo monumental dentro las naves de la catedral. También es aquí donde podemos ver el cuerpo momificado de Fernando III que es desvelado cada año por su día.
Entre los tesoros de la catedral se encuentran innumerables objetos litúrgicos en metales preciosos y marfil. Además de obras de arte pertenecientes a Goya, Martínez Montañés, Juan de Mesa, Pedro Roldán, Murillo o Artemisa Gentilleschi. Con un catálogo de más de 800 obras.
Parque de María Luisa
El parque de María Luisa fue antiguamente el jardín del gran palacio de los Montpensier. Fue una donación de ellos a todos los sevillanos, y con el tiempo se creó en él el primer gran parque público de la ciudad.
Es un lugar para disfrutar dando un paseo, con especies vegetales de todos los rincones del mundo. Es un parque exuberante y donde la naturaleza se siente.
No dejes de visitar la isla de los pájaros, donde vamos a ver patos, pavos, cotorras, palomas… es un lugar que les encanta a todos, en especial a los niños. Hablando de pájaros, no dejes de visitar la plaza de américa o como la llaman los sevillanos «la plaza de las palomas». Allí es tan tradicional darles de comer a las palomas que hay un puesto con comida para ellas.
Otro lugar muy conocido es el monte Gurugú, que se eleva sobre el parque con unas vistas preciosas y una cascada que baja refrescando el ambiente.
Los vinos de Jerez, para disfrutarlos de mil formas
España es un país ampliamente conocido y reconocido por sus vinos, los de Jerez destacan entre los más extendidos. Con multitud de Denominaciones de origen de una calidad soberbia y que hacen las delicias de los amantes del vino aquí y en todos los rincones del mundo. En España no andamos cortos de lugares de disfrute enológico, sólo por mencionar, la Rioja Alavesa.
Ya que la exportación es uno de los destinos que puede seguir una producción es conveniente que se conozca bien allá donde queremos llevarlo. Por eso vamos a hablar un poco de una de las denominaciones más populares a lo largo y ancho del mundo. Un vino de jerez, un Sherry, es un capricho difícil de negar para muchas situaciones.
Dónde se elabora el Jerez
Lo primero que tenemos en cuenta es que cuando hablamos de esta denominación lo hacemos de un marco geográfico muy concreto. En este caso nos referimos a tres lugares que por méritos propios y tradición bodeguera ofrecen unos vinos que nos hacen disfrutar y mucho.
Estos sitios son Sanlúcar de Barrameda, el Puerto de Santa María y Jerez de la Frontera. Si vamos hablando de estos lugares ya nos vamos haciendo una imagen mental, localidades andaluzas, el sol bañando las viñas, y la influencia cercana del mar. Estos lugares conforman un área triangular donde se dan los requisitos adecuados para esta crianza. No podemos dejar de visitar Cádiz, que son sus playas, sus monumentos y sus bodegas.
Estas circunstancias influyen en el resultado único. La luz abundante, el suelo cerca de la desembocadura del río Guadalquivir que ofrece unas temperaturas más propicias y la humedad necesaria. Una serie de circunstancias que se unen para dar lugar a un marco único.
Procesos de elaboración de los vinos de Jerez
«si la penicilina cura a los enfermos, el jerez resucita a los muertos»
Alexander Fleming
Esta frase está atribuida al célebre inventor de la penicilina, famoso mundialmente por su invento revolucionario que salvaba miles de vidas.
Mientras realizaba un viaje por Andalucía estuvo en las bodegas de Jerez, donde firmó una bota de vino, en ese lugar se supone exclamó esa sentencia. No deja de tener su curiosidad que el secreto en ambos milagro es la acción de los microorganismos, lo que hace el efecto sanador de la penicilina y el sabor único del Jerez.
Uno de los elementos más característicos de la elaboración de los vinos de Jerez está en su sistema de soleras y criaderas. Cuando ya han experimentado una primera fermentación y ya en la bodega se almacenan en barricas de roble americano.
Estas no se llenan en su totalidad, si no que se deja una parte sin rellenar de alrededor de un sexto. Esta capa de aire va a permitir que se desarrolle una capa de levadura sobre el vino que se llama flor.
Aquí empieza la magia.
Las barricas están dispuestas en varias hileras, unas sobre las otras. Estando el vino más joven en las superiores, mientras que vamos descendiendo las hileras más bajas contienen vino más viejos. De tanto en tanto se trasvasa un porcentaje del vino hacía las hileras inferiores con la idea que los vinos más añejos vayan transmitiendo sus propiedades a los nuevos.
La hilera inferior toma el nombre de solera y es la que contiene el más preciado, que ya ha cumplido su ciclo. Es el que se va a embotellar para dirigirlo al consumo.
Esta capa de flor es la que le da al fino y a la manzanilla su característico sabor y cuerpo. La flor impide que el vino se oxide y lo aísla de la capa de aire. Pero estos no son los únicos que salen de estas bodegas, los olorosos, amontillados o un palo cortado te harán estar muy seguro de que ha sido buena decisión confiar en estas bodegas.
Como curiosidad, las grandes botas de 500 litros o más se enviaban tradicionalmente a Escocia. Debido a su trabajo con el Jerez la madera adquiría unos tonos que luego traspasaría a los mejores Whiskys. Aunque ya hoy el vino se vende embotellado, se siguen mandando botas a Escocia con este propósito.
Usos gastronómicos del vino de Jerez
Por supuesto estos vinos están hechos para disfrutarlos, por eso que lo que rodea al hecho de paladearlos es importante. No únicamente la temperatura que necesitan para ser servidos, también las características del vino harán que la combinación sea más conveniente con unos acompañamientos que con otros.
La combinación entre una copa de manzanilla y una ración de langostinos en Sanlúcar resulta natural, como aperitivo delicioso.
El fino es un aliado espectacular para un tapeo con queso, jamón o chacinas ibéricas.
Los olorosos encontrarán su lugar como un aperitivo antes de comer junto con unas nueces.
Las posibilidades son innumerables.
Dónde tomar un buen Jerez
Como cualquier otra elemento de la cultura, la gastronomía tiene unas razones históricas y sociales. Unos desarrollos que vienen de las características que forjaron las sociedades de las que salieron más una pizca de particularidad genuina. De forma que el lugar donde se van a probar estos vinos con más provecho no será otro que los lugares de los cuales salen.
La comprensión que extraeremos de ellos será mucho mayor. El sabor lo tienen exquisito en cada lugar del mundo pero aquí podemos ver los colores de las tierras que les dieron el cuerpo, sentir la brisa del mar que los moldea y la luz que absorbieron los vinos de Jerez. El ambiente cultural y social que está en relación con ello nos enriquece.
Además tendremos la oportunidad de probarlos junto con otros productos locales y elaborados de la forma en que se hace en estos lugares. La provincia de Cádiz cuenta con un horizonte gastronómico muy completo al contar con monte y mar. Desde el buey retinto, los mariscos de Sanlúcar y el atún de almadraba de Barbate o Conil.
Visita las bodegas en Jerez, Sanlúcar o el Puerto de Santa María
La manzanilla es mi vino porque es alegre, y es buena y porque -amable sirena- su canto encanta el camino.
-Manuel Machado
Para nuestra alegría las bodegas están encantadas y orgullosas de mostrar sus instalaciones. Como garantes de tradiciones bodegueras, en algunos casos desde el Siglo XVIII, los nombres son realmente reconocibles para el español ya que han formado parte de nuestras vidas. Además de Jerez, Sanlúcar de Barrameda es un destino imprescindible del que guste de visitar bodegas.
Muchas de ellas ofrecen visitas guiadas con un educador que cuenta la historia de la bodega, el proceso de elaboración del vino y las características especiales concernientes al mismo que lo hacen diferente. Por supuesto que una visita a una bodega no puede tener otro fin que no sea el degustar el producto de la casa y por eso suelen acabar con una pequeña cata. Una de las que son muy conocidas son las bodegas Tío Pepe.
Que mejor forma de recordar una tierra maravillosa que con una copa de alguno de los vinos de Jerez, que es como se disfruta el flamenco desde hace generaciones.
Vamos a ver las bodegas de Jerez
Los visitantes pueden elegir entre una amplia variedad de opciones para explorar las bodegas, desde visitas guiadas hasta degustaciones de vinos. En una visita guiada, los visitantes pueden ver cómo se producen los vinos y conocer la historia detrás de cada bodega. Durante una degustación de vinos, los visitantes pueden probar una selección de vinos y aprender sobre su sabor y su historia.
El enoturismo (turismo relacionado con el vino) está de moda. Esto es fácil de comprender, el vino gusta. Gusta mucho, y además es un elemento perfecto para conocer nuevos lugares. Cada bodega es un mundo, cada suelo da un producto diferente. Poco tendría que ver una bodega de borgoña con una de Cádiz. Por lo cual cada una de las visitas a una bodega, ya sea en Jerez, Sanlúcar o El Puerto de Santa María es una verdadera experiencia turística.
En resumen, las bodegas del marco de Jerez son una parada obligada para cualquier amante del vino y de la cultura. Con su amplia variedad de opciones para visitar y su rica historia y cultura, las bodegas de Jerez son una experiencia única y memorable para cualquier viajero. ¡No esperes más y comienza a planificar tu visita a las bodegas de Jerez hoy mismo!
Una de las manifestaciones culturales por las cuales España es conocida por todos los rincones del mundo es el flamenco. Es un orgullo ser el lugar donde surge esta expresión artística. Hasta el punto que realmente se identifica a todo el país con esta tradición.
Es un arte completo pues aúna a la vez el embrujo de la guitarra, la pasión desatada del baile y la contundencia del cante. Cuando se juntan estos tres elementos, el toque, el baile y el cante tenemos flamenco.
Dónde surge
Uno de los aspectos que parecen quedar claros acerca del flamenco es su origen geográfico y social. Queda muy claro que tiene sus inicios y su desarrollo en el sur de la península ibérica, hundiendo sus raíces en el tiempo y las tradiciones centenarias de los pueblos que lo habitan.
Se suele asociar lo «jondo» con el flamenco, ya que es una manera de describir lo indescriptible. Cuando nos llega a lo «jondo» estamos ante un momento único y va a ser cuando este arte nos va a enganchar para toda la vida.
Desde siempre ha sido vehículo de expresión de los sentimientos humanos, desde las alegrías más brillantes hasta la más profunda de las penas. Fuertemente asociado a los que pasan penurias y se ven perseguidos, la relación del flamenco con el pueblo gitano es imprescincindible.
No se tiene todavía asegurado completamente el origen del flamenco, parece ser que tiene una gran relación con el folclore originario de Andalucía y su relación con el pueblo gitano. Uno de los lugares donde se apunta que existe una gran tradición de flamenco es el Sacromonte de Granada. Pero para nada se puede descartar, teniendo en cuenta las características de la zona, que tuviera ecos y reminiscencias de elementos musulmanes y sefardíes.
El flamenco nuestro alrededor
Para las personas que viven en zonas donde el flamenco es tradicional, este es sencillamente una de las partes integrantes de la vida. Lo sentirán como propio y habrá estado en muchos momentos de su vida. Fiestas, celebraciones, e incluso en momentos muy solemnes.
Sin embargo, esta identificación del flamenco con un rasgo positivo de la cultura popular no ha sido siempre así. En un principio se lo asociaba a cantes tabernarios llevados a cabo por gente de mal vivir. En estos tiempos el flamenco era sencillamente una forma de elevar la voz para aquellos que no tenían otra forma de hacerlo.
Con el correr de los años y a fuerza de costumbre se va adoptando otra actitud, se le reconoce el papel de elemento popular con mucho significado. Un impulso significativo para el avance del arte fue el trascendental hecho de que los artistas pudieran vivir de eso.
Esto vino de la mano de la proliferación de cafés cantantes, que eran los sitios donde se podía tomar una copa y escuchar música. El contacto continuo con el público, el desarrollo de un circuito y la la inversión que supuso lo fue haciendo cada vez más extendido.
Aunque la actitud favorable al flamenco nunca fue unánime. Tras la perdida de las ultimas colonias en Cuba, Puerto Rico y Filipinas se estableció un debate acerca de los elementos que impedían a España estar al nivel de los países más adelantados.
Por supuesto, el flamenco figuraba entre ellos. Todos los escritores de la generación del 98 lo criticaban, con la honrosa excepción de los hermanos Machado. Antonio y Manuel, cuyo padre se había dedicado a estudiar el folclore andaluz y el flamenco. De forma que lo conocían más en profundidad y sabían de su naturaleza.
Disfrutar el flamenco
Es un arte tradicional y como en todo aspecto de la vida siempre hay corrientes. Es un universo en si mismo y para explorarlo tenemos muchos hilos de los que tirar. Hay un estilo para cada uno, y un catálogo infinito de artistas. Gracias a las nuevas tecnologías los tenemos a mano siempre que queramos.
Si buscamos una reivindicación de lo popular, la historia del oprimido y la resistencia os tengo que recomendar el trabajo Persecución del Lebrijano.
Si queremos echar un vistazo a todas las influencias que se pueden tener, escuchar y disfrutar a Camarón. Ya era un cantaor respetado antes de hacer este disco. Que fue una transgresión en la búsqueda de lo nuevo. La Leyenda del Tiempo auna folclore andaluz, poesías de Lorca, recuerdos de Al-Andaluz y a la vez la atmósfera de creación musical de la España de los 70.
Hay muchas facetas en la vida de una persona y esto se refleja en el arte. También hay momentos de diversión y de una actitud más relajada. Por eso es que también tienen su lugar otros cantes, como los Tanguillos de Cádiz. Cante que interpretaba con una gracia sin igual Chano Lobato.