Cádiz marinera

La belleza y el encanto de Cádiz se ha cantado en numerosas ocasiones y es motivo del orgullo justificado del gaditano. Conocida como la tacita de plata, es una de esas perlas que deja el mar en la tierra. Cádiz no se entiende sin el mar, y a través de su vaivén es que la vamos a conocer.

vista de Cádiz con la catedral al fondo y el campo del sur
Photo by Pablo Valerio

La Cádiz marinera y fenicia

A menudo se escucha referirse a Cádiz como la ciudad trimilenaria. En efecto sería una de las ciudades que han sido ocupadas ininterrumpidamente más antiguas. La fundación de Cádiz se establece como una obra de los fenicios, un pueblo de navegantes del mediterráneo oriental. Tradicionalmente se ha situado esta fundación unos ochenta años después de la guerra de Troya por parte de hombres de la ciudad de Tiro.

La situación del terreno donde se situaba Cádiz la hacía perfecta para los intereses de estos marinos. Ya que su intención era regar el litoral del mar conocido con establecimientos propios para comerciar con las sociedades autóctonas. Por lo tanto necesitaban sitios conectados con el mar, cerca de pueblos interesados en comerciar y que pudieran ser fácilmente defendibles.

Por estos tiempos lo que luego se llamaría Cádiz era un pequeño archipiélago. Los fenicios convinieron en llamar a este lugar Gadir, y tendría una gran importancia en el comercio de metales provenientes de los cercanos yacimientos. La relación con Melkart (Hércules) viene de aquí, ya que en la ciudad se podía encontrar un santuario dedicado a el.

Desde entonces Cádiz sería considerada uno de los principales centros de la península Ibérica durante la época romana. Sufriría una gran decadencia a raíz de la conquista goda y musulmana posterior, en parte debido a la desarticulación del comercio de larga distancia posterior a la caída del imperio romano.

La Cádiz Americana

Ya desde la conquista castellana de Cádiz por parte de Alfonso X la ciudad había visto como sus relaciones comerciales iban en aumento. Al empezar el siglo XV se vio como un punto perfecto de parada para las naves mercantes de las repúblicas italianas.

La relación de la ciudad con América empieza bien pronto, pues el tercer y cuarto viaje de Cristobal Colón salieron desde acá.

Situada como está, cerca de la desembocadura del Guadalquivir y entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico, la convertía en un lugar perfecto para ir tomando una buena posición dentro de las relaciones comerciales con América. Conforme Sevilla iba teniendo su propia decadencia el testigo lo tomaba Cádiz. Nombrada cabecera de comercio en 1680, recibiría la casa de la contratación en 1717. Llega el siglo de oro de la ciudad.

El impulso que esto supuso al comercio en la ciudad no tardó en dejarse notar, por entones los contactos comerciales con las colonias americanas estaba muy controlados debido a que generaba mucho dinero para el estado. Tener una posición de privilegio en el tráfico comercial significaba una gran ventaja, ya que todo iba a pasar por su puerto. Como ya sucedió con Sevilla, la actividad trajo prosperidad. Esto provocó un crecimiento espectacular de la población de la ciudad. Al compás de las riquezas derivadas del comercio se creo una burguesía comercial local. La pujanza de Cádiz era evidente.

Cabe destacar los daños que sufrió a raíz del terremoto de Lisboa de 1755. Se levantaron olas de 15 metros que asolaron la ciudad. Este desastre es recordado en muchos puntos de la península debido al rastro de destrucción que dejó tras de sí.

Trafalgar y las Cortes de Cádiz

Promulgación de la constitución de 1812  Salvador Viniegra (1912)
Promulgación de la constitución de 1812 Salvador Viniegra (1912) Se ve el oratorio de San Felipe Neri

Muy cerca de Cádiz fue el lugar donde se desarrolló la gran batalla naval de Trafalgar de 1805. En ella las fuerzas aliadas franco-españolas sufrieron una derrota decisiva a manos de la flota británica. Esto supuso un gran golpe a las aspiraciones de España, que veía que su control de los mares y las rutas oceánicas se desvanecía.

Los vaivenes políticos propios de esa época hizo que las alianzas fueran cambiantes.De combatir a la Francia revolucionaria, a una paz y alianza, a volver a combatir a Napoleón. A partir de 1808 la península es ocupada casi en su totalidad, excepto la ciudad de Cádiz. Su posición geográfica la protegía desde los ataques de tierra, de forma que sufrió un cerco francés para rendirla paso a paso.

Es en este contexto de asfixia militar de la ciudad, sometida a bloqueo y bombardeos que se constituyen unas cortes con ánimo de dotar a España de una constitución. Se llama a diputados de todos los rincones de la corona, incluidos Filipinas y América. El día 19 de marzo se termina proclamando una constitución de marcado corte liberal. El mismo día a cada lado del frente se celebraba muy distinto, era el día de San José, el santo del rey José I Bonaparte y en Cádiz se lanzaban loas a la nueva carta conocida como La Pepa por este día.

Lo marinero en Cádiz

mar
Photo by nachoto7

Hemos podido ver que no se entiende Cádiz sin el mar. Es una población que ha vivido volcada hacía el, y en su relación con el océano ha visto marcada su suerte. Desde el emporio fenicio hasta la actualidad. Las referencias marinas son omnipresentes en la ciudad, desde los nombres que nos ayudan a orientarnos por Cádiz hasta la piedra ostionera que fue material de construcción tradicional. Esta es muy tradicional en las poblaciones de la bahía de Cádiz, una piedra sedimentaria muy porosa llena de conchas cuyo nombre deriva del ostión ( una variedad más basta de la ostra).

Evidentemente el marco natural marca el horizonte gastronómico. En este caso nos podemos esperar el reflejo del mar en el plato. Entre las recetas más reconocidas de la ciudad están las tortillitas de camarones, pequeño crustáceos de caparazón blando que se mezclan en una masa con harina de garbanzos , perejil y ajo. Esta masa se fríe en abundante aceite y debe quedar fina y crujiente.

Entre los platos de toda la vida están las papas con choco, la mojama, el cazón en adobo, la caballa. No nos olvidamos tampoco de los guisos marineros de corvina o rape y el marisco. Por supuesto siempre cerca de la conveniente presencia de un buen vino de Jerez.

Mención a la que no puede escapar ni la propia catedral de la ciudad. La catedral de Cádiz se llama Santa Cruz sobre el Mar, conocida popularmente como la catedral nueva. La construcción de este templo comenzó a principios del siglo XVIII coincidiendo con la bonanza del comercio que pasaba por la ciudad.

Torres mirador

Vistas desde torre Tavira, photo by emijrp

uno de los elementos que era importante, y sigue siéndolo, es tener siempre un ojo puesto en el agua. El mar es cambiante, y unas aguas mansas se pueden poner bravas muy rápidamente. Es importante controlar el movimiento de los barcos y afianzar la vigilancia sobre unas aguas muy concurridas.

Para eso estaban las conocidas torres miradores, que nos hablan de esa época de prosperidad en el siglo XVIII. La más conocida es la torre Tavira, con una cota de 45 metros. Eso hizo que fuera la elegida para controlar el puerto en 1778 al dar las mejores condiciones para dar este servicio. A día de hoy es visitable y dentro podremos ver unas vistas panorámicas espectaculares de la bahía de Cádiz, también cuenta con una cámara oscura y salas de exposiciones.

Si has tenido la suerte de visitar Cádiz habrás podido respirar esa influencia del mar en cada punto de la ciudad, accediendo a ella en tren o coche a través de San Fernando. La brisa que nos llega desde todos los lugares, las vistas desde los castillos de la ciudad, a la hora de comer y en el propio clima.

Cádiz es una ciudad con un encanto muy particular, un ritmo propio y que merece la pena profundizar. No en vano los gaditanos están muy orgullosos de la ciudad y su universo particular. Una pequeña isla, conectada con el mundo y que ha protagonizado grandes momentos. No esperes más para verlo con tus propios ojos.

Monumentos que ver en Cádiz capital

La catedral de Cádiz

Una maravilla que no podemos dejar de ver, literalmente. La silueta de la Catedral de Cádiz se recorta contra el cielo, domina su plaza y es visible a gran distancia cuando venimos por el agradable paseo marítimo. Su nombre completo es catedral de Santa Cruz sobre el Mar.

Es conocida como la catedral nueva, ya que la anterior mandada a hacer por Alfonso X y remodelada con el tiempo fue gravemente dañada. Estos daños vinieron de la mano que les infligió la armada inglesa que atacó y saqueó Cádiz.

A principios del Siglo XVIII – más concretamente 1717- se traslada la casa de la contratación a Cádiz. Debido a ello ahora controlaba el comercio americano y proporcionó los recursos económicos para construir la catedral que vemos a día de hoy.

Oratorio de San Felipe Neri

Este lugar fue un edificio religioso para la Orden Filipense que se construye entre fines del 1600 y principios del 1700. Aunque su fama tiene de ser el lugar donde se reunieron las Cortes durante el asedio napoleónico a Cádiz.

Esas Cortes fueron las que acabarían redactando y promulgando la constitución de 1812. La primera que se creo en España para sí misma y de corte liberal. Se puede visitar , como siempre recomendamos visitar la página oficial para consultar horarios.

Gran Teatro Falla

La ruina del anterior teatro de Cádiz en un pavoroso incendio nos trajo esta nueva versión. En estilo neomudéjar y construido a fines del XIX el gran Teatro Falla no necesita de introducción entre los amantes del Carnaval de Cádiz.

Este lugar es el escenario de Concurso Oficial de Agrupaciones de Carnaval, y todos los años es el centro de las miradas de los aficionados a una de las fiestas más famosas de España.

Pero no todo es carnaval, por supuesto es una referencia en las artes. Alberga también el Festival Iberoaméricano de Teatro y el concurso Alcance de Cine. Se puede visitar bajo petición previa por teléfono o e-mail en su página.

Dirección: Plaza Fragela, s/n.
Teléfono: 956 22 08 34.
Mail: granteatrofalla.cultura@telefonica.net

Horario de visita: a petición previa por correo electrónico o por teléfono.

Monumento a las Cortes de Cádiz

Es un lugar sorprendente, una gran plaza en cuyo centro se encuentra este monumento semicircular. Es un homenaje a esa primera constitución española, en la cual ya se recogían los derechos de las personas. Está pensada para el centenario de la misma, por ello pertenece al reinado de Alfonso XIII.

Tiene representaciones de Hércules (fundador mítico de Cádiz y Sevilla ) y alegorías de España y su pueblo. Es un lugar maravilloso para pasear y disfrutar del aire libre. No te irás de Cádiz capital sin ver este monumento.

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